* V I D E O C L I P S *

— CAMBIA TU MANERA DE PENSAR PARA QUE CAMBIE TU MANERA DE VIVIR —
Nunca es demasiado tarde para empezar a crecer. La vida cristiana es mucho más que credos y convicciones;
incluye conducta y carácter. Nuestros hechos deben ser congruentes con nuestros credos,
y nuestras creencias deben ser respaldadas con una conducta semejante a la de Cristo.
"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente.
Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta." (Romanos 12:2)

El varón en el matrimonio: 4 clases de maridos destructivos

El ejemplo de la Virgen María - Armando Alducin



Un llamado urgente al arrepentimiento - Armando Alducin

Los pecados de la mente - Armando Alducin

El verdadero arrepentimiento - Armando Alducin

Los peligros de no arrepentirse (Parte 1) - Armando Alducin

Los peligros de no arrepentirse (Parte 2) - Armando Alducin

Causas del fracaso espiritual - Armando Alducin

La victoria de la oración - Armando Alducin

Ten un espiritu excelente - Joel Osteen en español

Evidencias de una verdadera conversión - Paul Washer

"Cristianos" / Marcos Vidal
(Esto es verdad y esta pasando en las iglesias de todo el mundo)

"Mi iglesia" / Rene Gonzales (...la que quiere Cristo ;)

Escribe el apóstol Pablo: «Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.» (Efesios 4: 22-24 | NVI). «Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual, ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios. Tampoco debe haber palabras indecentes, conversaciones necias ni chistes groseros, todo lo cual está fuera de lugar; haya más bien acción de gracias.» (Efesios 5:3-4 | NVI)

«La noche está muy avanzada y ya se acerca el día. Por eso, dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz. Vivamos decentemente, como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y libertinaje, ni en disensiones y envidias. Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa.» (Romanos 13:12-14 | NVI)

«¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios.» (1ª Corintios 6:19-20 | NVI)

«Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.» (Filipenses 4:8 | NVI)

«Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría. Pero ahora abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno. Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador. En esta nueva naturaleza no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos. Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos. Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón. Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.» (Colosenses 3:5+8-17| NVI)

Jesucristo afirmó: «Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes. Todo esto lo digo ahora que estoy con ustedes. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.» (San Juan 14:15-17+25 -26 | NVI) «Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.» (San Juan 16:8-11| NVI) «Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir. Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes. Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.» (San Juan 16:13-15 | NVI)

Tú cambias, no por tus propias fuerzas, sino por la acción conjunta de la Palabra de Dios y el Espíritu Santo. «…—dice el Señor—: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán.» (Hebreos 8:10-11 | NVI)