"¡Cuando
vendrá aquél día en que se abrirán el Cielo y la Tierra,
será una lucha terrible de angustia y de lloro!... Pero
vosotros no temáis, rezad muchos "Credo". Orad
mucho al Arcángel Miguel con el Rosario entre las manos,
porque ésto les da fuerza, ¡coraje en el gran combate
y seréis salvos en la Tierra y gozaréis del gozo eterno
en el Cielo!... Yo con vuestro Angel de la guarda, con
San Miguel Arcángel... Los cuidaremos minuto tras minuto,
no os turbéis... Orad, orad, orad siempre con
la sonrisa en vuestros labios. Aquéllos que deberán
partir de esta Tierra llegarán al Cielo con un gran escuadrón
de ángeles y girarán sobre el mundo para confortar, orar,
aliviar a todos los hermanos."
"Debéis hacer todo lo posible
para traer consuelo a las almas porque ha llegado la hora
del terrible castigo... la advertencia ha empezado, debéis
comprender que es el comienzo de las terribles pruebas
de angustia y lloro... Ya han pasado ciento treinta años
después de La Salette, cincuenta después de Fátima, tres
años aquí. No esperéis que llegue la hora; amaos
los unos a los otros, llevad amor en los corazones.
No orgullo, no soberbia, no vanidad, solamente amor, amor
y paz en el corazón. Entonces cuando llegarán los terribles
momentos de oscuridad, si tendréis a Jesús en el corazón,
seréis fuertes... El atiende hasta la última hora, escuchádme."
"La hora ha llegado, la hora ha
llegado. El Eterno Padre no se retarda más, pero vosotros
orad, entre vosotros, conmigo, insistamos
con la plegaria y el sacrificio."
"¿Qué será de vosotros si no habéis
venido aquí a tomar fuerzas, coraje, fe para resistir
a las luchas, a las tribulaciones, a las cruces, a las
persecuciones, a la guerra, terremotos, pestes y hambre:
si no tenéis fuerza, resistencia, que será de vosotros?"
"Para quién tenga fe -y a éstos
todo es posible- existe la promesa de la ayuda, del socorro
que en ellos deviene certeza interior de la más grande
fuerza. Yo vengo en medio de vosotros... No temáis. Id
adelante, no esperéis que llegue en el mundo la guerra
feroz y empedernida y que ninguno pueda salvarse."
"Yo vendré con gran potencia a
dar a todos luz."
"... Abriré los ojos de todos
en el mundo entero con una luz muy fuerte."
"Soy yo que los quiero salvar,
que soy vuestra Madre, vuestra abogada, vuestra maestra,
vuestra Madre... que los ama mucho."
"Yo he descendido sobre esta Tierra
para traer gozo, armonía, y consuelo en las familias."
"Habrá numerosas señales en el
cielo, de día y de noche, antes que lleguen las tribulaciones."
"... No son signos de la tierra,
son signos del Cielo, signos de preparación desde lo alto
que Jesús ha dado para preparar las almas a mi venida."
"Aquéllos que vendrán con fe recibirán
todos un signo."
"Cuando veréis un gran signo en
el cielo, será el gran momento terrible... de angustia
y de llanto."
"Una estrella vendrá en el cielo...
yo vendré estre vosotros con esta estrella... y daré luz
al mundo entero... yo daré muchos signos en el cielo,
en la luna, en el sol, en las estrellas y en muchos lugares,
en mi venida."
"Mirad el cielo, mirádlo frecuentemente,
hay una estrella luminosísima con una cola larga... Cuando
la veáis, a la tardecita y a la madrugada... de repente
- se verá en muchas regiones - será un signo de calamidades."
"Orad... porque yo vendré con
una gran luz y triunfaré en el mundo entero y mi Hijo
Jesús vendrá con un Nuevo Reino y traerá la paz y el amor,
la tranquilidad y el gozo en los corazones."
"...La nube avanza en cada parte
de la tierra y las almas que no tienen Luz perecerán,
y será el espanto de los pueblos que viven en un profundo
"sueño".
Vendrá la hoz, será el exterminio inexorable
sobre toda la tierra. He bendecido a todos los hijos fieles
a este Corazón tan dolido. Cuando verán las nubes de la
venganza Divina, que es la Potencia sobre las almas de
buena voluntad. Llevad siempre Mi Nombre en vuestro corazón
y será la defensa contra el huracán infernal que los espera:
Así está escrito en el Cielo... La ruina de los pueblos
será tormentosa, inentendible al ojo humano. El Vaticano
será cubierto de calumnias, pero ya sabéis queridos hijos
: Aquél que está podrido caerá y surgirá una Era Nueva.
Mi gran Manto cubrirá todos los hijos que tanto han sufrido...
El enemigo huye de la Cruz y va a descansar con sus seguidores
entre los cuales hará tormento de muerte; pero vosotros,
¡oh! hijos de la Cruz, gozaréis de la Aurora de la Nueva
Era: Así está escrito en el Cielo."
("El Arcángel Miguel dice: ...¡Id!
¡Id! ¡Hablad!... yo con mi espada y vosotros con el Rosario
en las manos...¡No esperemos el momento terrible! ¡La
hora ha llegado!... La Mamá del Cielo ya lo ha anunciado.
¡Ahora me envía en Su nombre para anunciarlo todavía!
Es la hora del despertar. Y yo los alumbraré, los protegeré,
los defenderé con mi espada, en nombre de todos los Angeles
y Santos.
¡Vosotros estáis rodeados y nadie podrá hacerles mal!
¡Adelante ! Triunfad con Jesús y María.")
"Yo quiero todas las Naciones
debajo de mi Manto. Ninguno ha de perderse: son todos
hijos míos." |