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Muchos hermanos cristianos bíblicos desconocen la función pedagógica del arbolito de Navidad y lo consideran pagano por ignorancia bíblica, pues ignoran que, en la tradición mitteleuropea, era un abeto (porque éste era el único árbol verde en aquel invierno navideño), y que no se colgaban bolitas sino frutos secos o a lo sumo dátiles, turrón con avellanas y mazapán con cerezas abrillantadas, porque no existían hipermercados que comercializasen otras cosas, ni que importasen frutas desde tierras lejanas. Esto simboliza el árbol del fruto prohibido (no se tenía que comer hasta el nacimiento del Niño Jesús) por lo cual habían caído Eva y Adán (Génesis 3:3); luego, después de la venida de Jesús que esperamos, el árbol de vida que produce doce frutos, dando cada mes su fruto, y que nos garantiza la vida eterna (aportando los complejos vitamínicos antioxidantes hoy inexistentes - Apocalipsis 22:2). Pero de eso hablaremos en el capítulo que sigue.
INFIERNO: Para los que no se arrepientan y no se conviertan a Jesús no hay reencarnación en mundos de tercera dimensión (que serían aquellos de los dibujos animados - altura, anchura y tiempo-), ni de cuarta, sino que serán muertos por espada (Apocalipsis 19:21) y no revivirán hasta cumplirse los mil años del reinado de Jesucristo en este planeta, para el Juicio Final (Apocalipsis 20:5). Como nos enseña la Biblia, los hombres han de morir una sola vez y después el juicio (Hebreos 10:27); y Jesús, en los tres días que estuvo muerto, visitó el sheol - sito en los lugares inferiores de la tierra (Efesios 4:9) - predicando el evangelio a los espíritus encarcelados, que habían sido incrédulos antes del diluvio universal (1ª Pedro 3:19-20), porque tendrán que dar cuenta a aquél que tiene dispuesto juzgar a vivos y muertos (1ª Pedro 4:5-6).
Sí, el infierno existe (o gehenna de fuego, en hebreo - Mateo 5:22), a lo cual serán éstos echados con todo su cuerpo (Mateo 5:29); alma y cuerpo serán echados al infierno (Mateo 10:28) o gehenna de fuego (Mateos 18:9). ¿Cómo será posible que eviten ser condenados al fuego del infierno? (Mateos 23:33), los que temen a los poderosos de este mundo, pero no temen a aquél que, después de quitar la vida, puede arrojar al infierno (Lucas 12:5) los que habrán recibido la marca de la bestia y adorado su imagen; dejándose seducir por los falsos prodigios que habrá hecho la bestia y con ella el falso profeta (Salí Baba). Estos dos serán lanzados vivos en un estanque de fuego que arde con azufre (Apocalipsis 19:20-21).
Eso puede pasar porque las tinieblas les han cegado los ojos (espiritualmente - 1ª Juan 2:11) y se dejan guiar por ciegos (Mateos 15:14 y Lucas 6:39). Además porque tendrán una comezón extremada de oír falsas doctrinas (2ª Gimoteo 4:3-4) y recurrirán a doctores impostores, llenos de hipocresía; y prestando oídos a espíritus falaces y doctrinas diabólicas creerán fábulas ridículas y cuentos de viejas (...brujas - 1ª Gimoteo 4:1-7). De éstos, nosotros tenemos que evitar la compañía (Romanos 16:17-18) porque son falsos profetas, lobos disfrazados de ovejas (Mateos 7:15) y maestros embusteros que inducirán a la perdición usando palabras fingida's (2ª Pedro 2:1-3). El único y verdadero Maestro es Jesús, los tales son falsos apóstoles, operarios engañosos que se disfrazan de apóstoles de Cristo; y quizás son inspirados por Mentaron, que es un ángel caído - o demonio - al cual recurrían antiguamente en la cábala hebrea (no hay interpretación mística de las Sagradas Escrituras, la única que tiene valor es aquella guiada por el Espíritu de Verdad que es el Espíritu Santo). También estos apostatas prohibirán el matrimonio - que es sagrado para Dios-, entregándose a pasiones infame's, invirtiendo el uso natural de las mujeres y cometiendo torpezas nefanda's, varones con varones (Romanos 1:26-27). Y, desechando el uso de los manjares, propondrán nuevas costumbres alimenticias contrarias a la naturaleza, vedando utilizar la carne de los animales, los ovo-lácteos y los azúcares como alimentos (1ª Gimoteo 4:3).